
A nivel municipal se prohibirá la venta y uso de pasamontañas, bragas de cuello y toda prenda que, sin formar parte de un disfraz, pudiera ser susceptible de ser usada con la finalidad de ocultar la identidad y evitar ser reconocido ante la comisión de un acto vandálico. Además, se establecerá la prohibición de la venta y tenencia de sprays cuyo uso pueda suponer una alteración contra el orden público, así como la tenencia de huevos en la vía pública en horas intempestivas para evitar que puedan ser susceptibles de ser arrojados contra otras personas, vehículos o fachadas de viviendas.
Las infracciones podrían conllevar sanciones con multas de hasta 3.000 euros y, en el caso de que los infractores sean menores de edad, los padres serán responsables subsidiarios de estas conductas y en función de la calificación de las infracciones, se dará traslado a la Fiscalía de Menores.
Desde la Jefatura de la Policía Local, en coordinación con el Cuerpo Nacional de Policía, se establecerán los controles oportunos para evitar que se produzcan estos hechos a la vez que se hace un llamamiento a la colaboración ciudadana y se insta a los padres o tutores de los menores de edad a que eviten en la medida de lo posible que sus hijos realicen unas prácticas que pueden alterar el desarrollo normal de las fiestas y pongan en peligro la convivencia pacífica.