La delegación municipal de Asuntos Sociales, que dirige la concejal Zuleica Molina, lleva a cabo este curso escolar dentro del Plan para la Comunidad Gitana, un aula para la convivencia con alumnado expulsado, cuyo objetivos son el refuerzo educativo, así como potenciar las competencias sociales y emocionales para la reducción del absentismo y el fracaso escolar. Esta iniciativa se complementa con sesiones de Educación Familiar a los padres de los alumnos participantes.
La edil ha comentado que el objetivo es “fomentar el desarrollo de habilidades sociales, inteligencia emocional y autoestima, siendo los principales participantes alumnos con alto nivel de absentismo escolar y expulsados de centros educativos”.
Estos estudiantes en vez de estar en sus casas tras la expulsión acuden al aula a de 9,30 a 14,00 horas. Dicho programa se dirige tanto a Educación Primaria como a Secundaria y se desarrolla en el Centro de Servicios Sociales Comunitarios de Poniente, de lunes a viernes.
El Aula de Convivencia comenzó el 25 de septiembre, trabajando en coordinación con el equipo de Prevención e Intervención del Absentismo Escolar y centros educativos. Hasta ahora han participado un total 17 estudiantes, el 43% mujeres y el 99% alumnado que cursa la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Los grupos de trabajo son de entre 3 a 6 alumnos, permaneciendo periodos de 5 a 10 días en dicha aula.
Estas acciones están cofinanciadas por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía.