Dichas medidas pasan por la activación de planes de ahorro del agua con el objetivo de alcanzar, al menos, el 10 por ciento de reducción en el abastecimiento urbano. Por ello, se decreta la limitación máxima de la utilización de agua potable para los siguientes usos: baldeo de calles, llenado de piscinas privadas, riego de jardines, parques públicos y privados, campos de golf, lavado de coches fuera de los establecimientos autorizados, fuentes ornamentales que no dispongan de circuito cerrado de agua, duchas y surtidores públicos.
Ante esta situación, el concejal delegado de Playas y Limpieza, Rafael León, anuncia que se cortará el suministro de agua de las duchas de las playas a partir del lunes, 3 de julio. Asimismo, el edil confirma que para el baldeo y la limpieza pública de la ciudad se utiliza agua de pozo desde el año pasado, por lo que estas tareas se mantendrán con normalidad.