Corbacho tomó la alternativa en Sevilla la tarde del 29 de septiembre de 1962, de manos de Julio Aparicio y en presencia de Victoriano Valencia, con una corrida de José Belmonte.
Fue un torero con clase y condiciones para llegar a ser figura, aspiraciones que se desbarataron al serle amputada una pierna tras un largo proceso de curación y complicaciones, como consecuencia de la herida provocada con el estoque, cuando toreaba en Valencia en marzo de 1963.
Carlos Corbacho supo rehacerse del duro golpe y darle un giro a su vida profesional y se convirtió en empresario taurino, trabajo que desempeñó con éxito y profesionalidad durante muchos años, gestionando plazas como la de Algeciras, La Línea de la Concepción, Puerto Banús o Marbella.
El alcalde de la ciudad ha subrayado su compromiso con el municipio y su especial vinculación con el mismo, siendo protagonista principal de la historia taurina de La Línea de la Concepción.




