Este trabajo obtuvo la máxima calificación y fue presentado hace un año. El retraso en hacérselo llegar al alcalde radica en que ha estado trabajando en Massachusetts (EE.UU.) como auxiliar de conversación. Ya de vuelta en su ciudad natal ha cumplido con su deseo de darle a conocer a la máxima autoridad local este singular trabajo.
Como complemento a este estudio, la autora no ha dudado en presentárselo al alcalde junto a objetos propios de este particular léxico, como agujas con una madeja de lana para recordar lo que era el “nitin”, o una bolsa de canicas para argumentar los “meblis”, e incluso una lata de carne, “carne combí”.
El alcalde la ha felicitado al tiempo que se ha mostrado orgulloso de recibir visitas de este tipo. “Es muy grato conocer la inquietud de los jóvenes linenses y este caso es altamente llamativo al hacer coincidir parte de sus estudios con su ciudad natal”.
María Ortega, por su parte, explicó que “quería dar a conocer fuera de aquí esta particularidad de nuestro léxico, muy rico en intercambio de palabras. Hoy lamentablemente esta influencia del inglés es cada vez menor en La Línea. Los años de cierre de la Verja ocasionaron que el contacto y el fluir del mestizaje de las palabras fuesen a menos, siendo ahora algo testimonial”.