El área municipal de Medio Ambiente, que dirige Rosa Pérez, pide a la ciudadanía colaboración a través de unos sencillos gestos.
Dado que la Navidad es la época de más derroche energético, se recomienda que en vez de poner las luces de navidad tradicionales, estas se reemplacen por las LED, que además de ser respetuosas con el medio ambiente consumen muy poca energía. Por otro lado, los árboles artificiales duran muchos años y no precisan cuidados. Si se prefiere un árbol natural, lo mejor es escoger uno que provenga de un vivero o plantación controlada, comprado en maceta para poder replantarlo.
Pérez alerta de que durante estas fechas, en especial los días de Navidad, Año Nuevo y Reyes, la generación de residuos, sobre todo los envases y embalajes, aumenta un 30% con respecto a la media del resto del año, gran parte de los cuales se pueden reciclar: “las estadísticas señalan que año tras año los consumidores demuestran que el mensaje está cada vez calando más en los linenses, pero todavía se puede mejorar si separamos las basuras para arrojar cada residuo en su contenedor. Hay que recordar que el aceite también se recicla en contenedores específicos y durante las navidades el volumen de comidas aumenta y con ello el uso del aceite.”
Si con la llegada de los Reyes nos vamos a desprender de los viejos juguetes, en vez de tirarlos se pueden donar a asociaciones que los arreglan y los distribuyen a otros niños, como por ejemplo, la Asociación Ebenhezer de la Atunara. (Tlfno.: 699.196.999)
En general, todo se resume en estas reglas de oro del consumidor responsable: reducir, reutilizar y reciclar.