La OMIC de La Línea, dependiente de la delegación de Igualdad, Mercado y Consumo cuya edil responsable es Carmen García, debido al aumento de consultas que se reciben en torno a la utilización incorrecta de Internet por parte de desaprensivos, quiere ofrecer consejos que palien los efectos negativos a los consumidores una vez conocidas este tipo de prácticas fraudulentas.
Comenzaremos explicando que la traducción del inglés al castellano de la palabra “hoax” es “engaño o broma”, es como se conoce y denomina generalmente en Internet los fraudes. Tradicionalmente los “hoaxs” se distribuían a través de e-mails en cadena pero actualmente se han hecho muy populares gracias a las redes sociales como Twitter y Facebook. Estos tienen dos objetivos claros, primero estafar ya que generalmente te acaban llevando a páginas que te piden que introduzcas tu número de teléfono móvil o directamente te piden que pagues por algo ilegal y, segundo, recopilar direcciones de e-mail o listas de usuarios. Hay veces que el único objetivo de los “hoaxs” es recopilar un montón de correos electrónicos o cuentas de Facebook y Twitter para luego bombardearlas con mensajes publicitarios. También lo hacen para robar datos para poder acceder así al correo o cuenta de una red social.
La inmensidad de la red y la información que genera da lugar a todo tipo de noticias falsas es imparable; además afecta de manera negativa a la credibilidad del medio. Conoceremos estos “hoax” por su forma de operar. Suelen utilizar palabras como “urgente”, “importante” o similares, utilizan términos como, por ejemplo, “hoy han dicho…”, “ultima hora…”, etc. Para dar credibilidad utilizan nombres de compuestos químicos; también se suelen redactar manera incongruente o bien usan música o imágenes, Todo con el fin de despertar nuestra atención, aconsejan o desaconsejan el consumo de tal o cual alimento o también productos curativos siempre basándose en razones sin contrastar científicamente, avisando de los supuestos riesgos de alguno de sus componentes, todo ello para captar la atención del internauta,
¿Cómo podemos los consumidores defendernos de estos falsos mensajes? La forma más fácil es escribir en el buscador el nombre del tema que piensas que puede ser un “hoax” y acompañarlo de la palabra “bulo”, la mayoría de las veces la información que emana de esta búsqueda basta para desmentir la historia. Independientemente no debemos creer todo lo que nos llegue por la red, acudiendo por costumbre a fuentes verificadas, no facilitando datos personales a la mínima duda, instalaremos un buen antivirus, no abriremos correos de origen desconocido evitaremos los reenvíos de cadenas de e-mails .Si recibimos un correo y queremos reenviarlo borraremos todas las direcciones del cuerpo del mensaje y utilizaremos los modos CCO o BCC, tendremos especial cuidado con el “phising” ya que estos mensajes suplantan nuestra identidad después de robar nuestra configuración persona.Si queremos más información al respecto podremos ponernos en contacto con la Oficina de Seguridad del Internauta del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Y si queremos denunciar algún caso concreto podremos hacerlo en la Brigada de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de la Policía Judicial.