
Aunque se ha incrementado el uso del cinturón de seguridad, existen todavía graves lagunas, algo difícilmente entendible teniendo en cuenta la relación entre la sencillez de uso y su eficacia, ya que reduce a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente. En los últimos años se ha observado una tendencia estable del 25% de víctimas mortales en accidente de tráfico que no hacían uso del cinturón o SRI respecto al total registrado.
Uno de los objetivos de la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 es “lograr que ningún niño pierda la vida por no ir correctamente sentado en una silla adecuada para su peso y talla”.
Hay que recordar la obligatoriedad de usar el cinturón de seguridad para niños o adultos desde una altura a 1,35 metros. El cinturón debe estar homologado, bien anclado, con el reglado correcto y correctamente abrochado. En cuanto a los sistemas de retención infantil, se recomienda su uso junto al cinturón de seguridad hasta los 1,50 metros de estatura. Nunca se deben llevar a los niños en brazos, ni hacerles utilizar el mismo cinturón de un adulto. En cuanto a las sillas especiales, hay que asegurarse de que esté homologada, se adapte al tamaño del niño y se encuentre bien instalada.
La circulación en ciudad constituye el primero de los escenarios donde el conductor inicia la adquisición de hábitos y costumbres y registra un incumplimiento de estas normas de seguridad significativamente mayor que en vías interurbanas. Por este motivo, el ayuntamiento linense se une a esta campaña lanzada por la DGT.