
Los rellenos se realizan con resina para áridos, un material permeable que se ajusta al tronco del árbol sin impedir su normal desarrollo. Permite la humectación de las raíces y controla la evaporación al facilitar la entrada de agua al interior del alcorque, reteniendo el agua de lluvia y de riego.
En cuanto a la movilidad, han sido eliminados los zócalos en alto en las zonas en las que existía y se ha igualado la superficie del alcorque con la acera, ampliando la superficie de paso y eliminando las barreras arquitectónicas.