Como alcalde de La Línea de la Concepción, agradezco la oportunidad que se me ofrece desde esta publicación para saludar a todos los que trabajan para hacer más grande a nuestra Semana Mayor.
La historia de nuestra ciudad va intrínsecamente ligada a la Semana Santa. Tan sólo 23 años después de la constitución como municipio, ya ese Viernes Santo de 1893 contó con el primer desfile procesional. Con ese inicio, por tanto, se puso la primera piedra para una celebración que sin discusión alguna supuso conocer el arraigo de un sentimiento católico que ha perdurado y mejorado con el tiempo hasta nuestros días.
Más allá del extraordinario fervor religioso, de lo que representa que estén en las calles las sagradas imágenes, la Semana Santa consigue ser un polo de atracción muy importante basado en la seriedad y el hermanamiento. Han sido muchas las generaciones de linenses implicadas en conseguir que cada año vivamos un cúmulo de sentimientos difícilmente explicables.
Todo esto se consigue con el trabajo que todas las hermandades han venido haciendo desde hace muchísimos años dando categoría a nuestra Semana de Pasión. Todas ellas han ayudado en el tiempo a construir las bases de una ciudad profundamente sensible. Por ello, mi más sincero agradecimiento por algo que me hace vivir el verdadero orgullo linense.
No me olvido del arte sacro que potencian nuestras hermandades también. Buena prueba de ello es la clásica exposición de enseres procesionales que sirve de antesala a la propia Semana Santa y que desde el pasado 11 de marzo hemos podido conocer en el edificio Istmo-Comandancia. Y es que el arte y la cultura también tienen su protagonismo intenso en estos días, como prueba palpable de todo lo que mueve esta entrañable celebración.
Ojalá que el tiempo acompañe y que vivamos unos días de puro linensimo para que todos podamos disfrutar. Es mi más sincero deseo y por el que el Ayuntamiento colabora con el Consejo Local de Hermandades y Cofradías para conseguirlo.
José Juan Franco Rodríguez
Alcalde-Presidente
