Los gatos conocidos como “callejeros” hasta la fecha pasarán a denominarse gatos “ferales”, adquiriendo una serie de derechos, como por ejemplo el ser alimentados por alimentadores/cuidadores autorizados por el Ayuntamiento. Los interesados en adquirir la autorización como cuidador de colonias felinas deberá acudir al Registro General, donde rellenarán una solicitud en la que aportarán su Documento Nacional de Identidad y describirán las características de las colonias que cuidan.
Desde la concejalía que dirige Zuleica Molina se subraya que con la puesta en práctica de este proyecto se pretenden realizar esterilizaciones a los gatos que aún no hayan sido esterilizados, con el objetivo de controlar la población felina del municipio. Además, destaca que los gatos que nacen y viven en las calles “tienen la ventaja de ser libres, aunque sin olvidar que estos animales ya son parte de nuestra familia humana y que, por lo tanto, la mayoría de ellos han perdido muchos de sus instintos para sobrevivir en condiciones de libertad, encontrándose la mayoría de ellos desamparados, teniendo una mejor vida gracias a la labor de muchos voluntarios que les cuidan”.
El estatus de “gato feral” ofrece a estos animales la ventaja de tener que ser respetados, no pudiéndoles molestar ni ser capturados para llevar a otro lugar sin el permiso municipal pertinente. Con ello pasan a estar protegidos, otorgando al cuidador/a la facultad de organizar sus esterilizaciones, alimentación, etc.
Para cualquier duda, los interesados en obtener estos carnets, pueden contactar con el Ayuntamiento, a través de la delegación municipal de Salud, situada en la calle Clara Campoamor, o a través del teléfono 600438426.